El drama de los calzados nuevos

 

 

Estoy segura que te debe haber pasado y como cíclico pues cada vez que compro tacones o calzado en general, y hasta con sandalias me ha ocurrido, la piel de mis pies se han irritado y terminaron con heridas, ampollas y el dolor de cada roce es horrible.

La mayoría de personas pasan por este mal rato, terrible momento de sufrimiento, hay sea por diversos factores:

• Piel delicada
• Mala opción de talla
• Mala calidad de producto
• Planta angosta o terminación en punta

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Es usual también que nos produzca mal olor y hasta callos dependiendo el material del calzado, que en su mayoría son sintéticos, por ello hay ciertas recomendaciones que no evitará del todo este doloroso proceso pero al menos mejorará la situación.

• Antes que nada siempre es mejor optar por un calzado de cuero que evita la sudoración, el mal olor, los hongos y sobre todo se amolda al pie.
• Si sabes que hay ciertas zonas que son más sensible que otras en tus pies, por ejemplo la parte superior del talón, utiliza adhesivos fuertes como las de tela para evitar las ampollas.
• Un calzado terapeutico u ortopédico puede ser tu solución si es que el problema es repetitivo y además te causa dolores en el empeine y planta.
• Si el zapato tiene una talla más grande usa plantillas para evitar el roce a la hora de caminar.
• Si estás en verano utiliza chanclas o sandalias pues los calzados cerrados también causan sudoración excesiva y en consecuencia hongos.

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Espero les sea muy útil y sigan estos consejitos si tienen otros por favor compártanlo en el casillero de comentarios.